martes, 23 de agosto de 2011




Qué sucede en el cuerpo de nuestros pacientes cuando les cambiamos la sonrisa???
Qué repercusiones tienen nuestros tecnológicos  y  espectaculares tratamientos de Odontología Estética?
Nos olvidamos de que nuestros pacientes deben poner en juego su capacidad de adaptación para tolerar, aceptar y adaptarse a nuestros "extreme makeover de sonrisas"
La Evolución de la Odontología Estética conlleva a considerar a nuestros pacientes como un todo, entendiendo a los dientes, a los músculos y a las articulaciones como parte integrante de un sistema que debe funcionar en conjunto, y que deben ser considerados como una unidad  para que funcionen correctamente. Asi podemos reemplazar los dientes faltantes, reparar los dientes dañados, corregir las malposiciones y maloclusiones dentarias mediante métodos ortodónticos o protésicos, asi como también el tratamiento de  los problemas de la articulación temporomandibular, todo esto en una forma que recrea el balance facial óptimo y la belleza natural de nuestro pacientes.  
No es sólo proveer un cambio extremo en la sonrisa, es hacer que nuestro paciente se sienta "bien" también, sonriendo desde adentro, y mostrando una sonrisa que refleje SALUD




















CASO 1

Las fotos que a continuación se presentan corresponden  a un paciente que sufría de problemas de la Articulación Temporomandibular desde hacia unos 8 años. Al empezar a sentir los sintomas a nivel del oido izquierdo consultó a un médico otorrino el cual después de un exhaustivo examen le recomendó visitase a un odontólogo. 
Posteriormente  le fueron realizadas férulas reposicionadoras que incrementaron el malestar y la incomodidad a nivel del aparato masticatorio. Luego de la fractura de uno de los molares del lado inferior izquierdo otro odontólogo le recomienda la instalación de tres coronas en el área mencionada. 
Debido a que la posición registrada para el momento de la confección de las coronas era el resultado de un problema crónico a nivel de la articulación temporomandibular y columna cervical, lo prudente era no perpetuarla, sino modificarla para ubicar a la mandíbula en una mejor posición, más fisiológica y más adecuada con el funcionamiento de los tejidos circundantes (cabeza y cuello)




Estas fotos corresponden al registro inicial de la oclusión. Se observaron contactos de igual intensidad tanto del lado derecho como del izquierdo.




Posterior a la relajación de la musculatura de cabeza y cuello se observó un patrón de oclusión diferente, aumentando la intensidad de los contactos a nivel de las coronas.






































































CASO 2


El caso que a continuación se describe brevemente corresponde a un paciente que sufría de dolor de cabeza diariamente, y ruidos a nivel de la articulación temporomandibular del lado derecho acompañados de dificultad para abrir la boca. 
Luego del examen clínico y radiográfico se procedió a tomar registro de los contactos que se producían cuando la paciente mordía, expresándose los más fuertes a nivel de los premolares del lado izquierdo. 








Debido posiblemente a una extracción realizada del lado inferior derecho y a la posterior inclinación del ultimo molar contiguo, se originó un cambio en la forma como el paciente contactaba sus dientes, ya que el molar en cuestión chocaba antes que el resto de los dientes y para que los demás terminaran de ocluir la paciente movía la mandíbula hacia el lado izquierdo. La posición inicial de la mandíbula era el resultado de la adaptación al contacto anómalo.





En esta foto se pueden visualizar dos contactos muy acentuados a nivel de los premolares del lado inferior izquierdo, previo a la relajación de la musculatura de cabeza y cuello. De haber desgastado las zonas que mostraban los contactos de mayor intensidad se mantendrían las alteraciones que reportaba el paciente.









Posterior a la relajación de la musculatura de cabeza y cuello se observa el cambio evidente en la localización de los contactos que presentaba la paciente. Están ausentes los contactos a nivel de los premolares del lado inferior izquierdo y se acentuaron los contactos a nivel de los molares.













Los tratamientos odontológicos que se procedan a implementar tendrán como finalidad mantener estable en el tiempo la posición de la mandíbula registrada luego de la relajación de la musculatura de cabeza y cuello.

El registro inicial de la oclusión de nuestro paciente puede ser errado si el mismo presenta contracturas musculares en la región de cabeza y cuello, y cualquier tratamiento restaurador que se implemente bajo esta condición podría perpetuar la posición anómala de la mandíbula. 

Es imperativo llevar a los pacientes que sufren trastornos de la articulación temporomandibular a una posición cónsona con el buen funcionamiento de la musculatura de cabeza, cuello y miembros superiores (hombro) y no simplemente reposicionar la mandíbula mediante férulas, ya que estos músculos trabajan en conjunto.